Una de las dudas más importantes que queda sobre el futuro de Opel/Vauxhall tras su cambio de manos y la llegada de Magna es qué pasará con el Ampera. Basado completamente en el Chevrolet Volt, con el que no solo comparte la plataforma Voltec, sino la práctica totalidad de sus piezas y formas, parecía complicado que GM dejara que la nueva Opel fabricara un rival basado en su propia tecnología. Pero como bien recordarás, momentos antes de la firma del acuerdo se creó una sociedad llamada Adam Opel, a la que GM cedió licencias de uso de muchas de sus tecnologías a fin de conseguir garantizar la subsistencia de la marca. Dentro de estas licencias parece que está el uso y explotación del Ampera, una buena noticia, sin duda. Eso sí, si recordas, los planes originales de Opel pasaban por producir el Ampera en la planta británica de Ellesmere Port en cantidades apreciables. Pero Magna ve en el Ampera un coche de nicho, no un rompe mercados en volúmenes similares a los del Volt. Es por ello que, según cuenta AutoExpress, la empresa canadiense habría decidido trasladar la producción de este eléctrico de rango extendido a alguna otra planta europea donde se pueda producir en menor cantidad sin encarecerse, o incluso alcanzar un acuerdo con GM para que los Ampera salgan de la misma planta de Detroit de donde saldrán los Volt (la opción más lógica y económica si es que hay suficiente capacidad productiva).Así las cosas, parece que el Ampera sobrevivirá a la tempestad, algo positivo para los compradores europeos, pero no tanto para los empleados de Vauxhall, que veían cómo este coche podía salvar numerosos empleos que ahora quedarán en entredicho. Y es que nunca llueve a gusto de todos, menos en una crisis como esta.
10/6/09
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