Lo retro está de moda, no hace falta que te lo diga. Y más allá de modas, cuando hablamos de coches, muchos estamos enamorados de muchas máquinas clásicas de hace 20, 30 ó 40 años.
El problema es que idealizamos estos coches, y cuando llega el momento de la verdad, y podemos comprarnos o montarnos uno, nos encontramos con que la fiabilidad, la potencia, los frenos o la estabilidad están a la altura de la época, y por tanto muchos se sienten después desencantados.
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