Como veníamos esperando, Renault ha anunciado la presentación del Mégane Sedán al Salón de Frankfurt. Ya lo habíamos visto anticipado bajo la insignia de Samsung y el nombre SM3, así que la estética no nos pilla de nuevas. Lo que sí que nos ha sorprendido es que la marca del rombo se ha decidido a cambiar Mégane Sedan por Fluence (mismo nombre que el concept de hace unos años de la marca, con el que no comparte nada más que el anagrama).
¿Y por qué? Pues según parece, los franceses quieren pegar un empujón hacia arriba a su nuevo tres volúmenes, diferenciándolo del Mégane, y consecuente y probablemente pidiendo más dinero por él. De ahí que el morro tenga claras divergencias estéticas con sus hermanos de tres y cinco puertas, con un aire claramente más serio, señorial, sobrio... La concavidad del capó frontal resulta curiosa, al menos en las fotos, pero estamos todos de acuerdo que este es de esos coches que probablemente en vivo se verá mejor que en fotografía.
Con 4,62 metros de largo es evidente que hablar de este coche como un sedán compacto es poco menos que irrisorio, y es que es apenas 7 milímetros más corto que un Laguna. Renault habla de él como un intermedio entre el segmento C y D, y nosotros, en este sentido, nos lo creemos.
El maletero es de unos bestiales 530 litros, más grande que el de un Laguna, y estéticamente eso hace que tengamos un voladizo posterior de grandes dimensiones, con una tapa de maletero claramente alta. Este desajuste visual típico de los compactos cuando se transforman en sedanes está más o menos bien resuelto gracias a la forma del pilar C, y a la gran cantidad de superficies "tensas" que muestra la carrocería en vista lateral.
Pero lo mejor del coche esta todavía por llegar: ¡En 2011 Renault lanzará un Fluence 100% eléctrico! ¿Boca abierta? Bueno, era lo que en parte esperábamos, aunque no que viniera de "encubierto" en medio de una nota de prensa de este sedán...
Pero si no puedes o no quieres esperar al eléctrico, el Fluence se ofrecerá ya con dos motores de gasolina y cuatro diésel.
Los de bujías son un 1,6 110 CV y un 2.0 16 válvulas 140 CV, con caja CVT opcional. Renault no ofrece por tanto nada con turbo o inyección directa de gasolina, y es que sabe a ciencia cierta que el mercado de estos coches pide mecánicas avanzadas diésel...
Los petroleros son unos dCi en potencias de 85, 90, 105 y 110 caballos, pudiendo encargarse este último con la caja de doble embrague DCT de Renault.
La configuración del chasis es evidentemente de confort, como muchos otros Renault, yendo a la par con las expectativas de sus clientes potenciales.
Equipamiento básico
El equipamiento mínimo de estos modelos en su versión de acceso será el siguiente:
- ABS con servofreno de emergencia
- Control de estabilidad con función antisubviraje
- Limitadores de carga en los cinco cinturones de seguridad, todos ellos de tres puntos
- Cuatro airbags
- Control de crucero
- Anclajes IsoFix
Con un Laguna que fue lanzado con idea de subir un escalón en su posición de mercado, Renault perdió muchos de sus clientes, que querían un sedán de acceso económico. El Fluence parece que viene a cubrir esta necesidad de la gama del rombo, y arreglar un poco el roto de ventas que ha tenido en los últimos tiempos.
Las mecánicas básicas, mucho espacio, un cuidado especial a las plazas traseras y una buena tarifa de salida lo podrían convertir en uno de los favoritos para esos padres de familia con dos hijos que buscan un buen medio de transporte, y que valoran por encima la tarifa que "los intangibles".
Si sale a precio de Mégane, o poco más, seguro que se convierte en un éxito de ventas, y eso que, personalmente, no me parece el coche más bonito del barrio, ni mucho menos...
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