Ayer ya nos avisó Alberto de que el cambio de deuda por acciones no iba a librar a GM de la bancarrota. De hecho, muchos esperábamos que la declaración fuera anunciada el viernes por la tarde noche, tras el cierre de las bolsas, antes del día 1 (que no deja de ser el próximo lunes), fecha máxima marcada por el gobierno de los Estados Unidos para el intento de reestructuración de la General. Pero según cuenta Bloomberg, la declaración tendrá lugar el mismo lunes (horas después de anunciar el cierre de las fábricas que ya os hemos adelantado), y buscará un objetivo similar al plan de Chrysler: acogerse a la protección por bancarrota para dividir los activos en buenos y malos, recomprar los buenos a nombre de una nueva compañía (participada principalmente por el gobierno, los sindicatos y los acreedores), y sacarla del hoyo lo más rápidamente posible. Los activos malos se liquidarían para tratar de cubrir parte de los 91.000 millones de dólares (70.000 millones de euros, que se dice rápido) que todavía debe GM. Hay que indicar que desde diciembre pasado, GM ha sido capaz de reducir su deuda un alrededor de un 50%, lo que no está nada mal, dada la situación.
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