29/5/09
Malcolm Bricklin tiene "una visión" para rescatar los concesionarios abandonados por GM y Chrysler
¿Te suena su nombre? Malcolm Bricklin es un fanático de los coches, emprendedor y arriesgado como pocos. Fue el primer encargado en importar Subaru en los EEUU, lo mismo hizo con Yugo, e incluso llegó a fabricar su propio deportivo "seguro", el SV-1. Éxitos y fracasos a partes iguales han jalonado su carrera profesional.
Pero su última idea, su última visión (como él le llama), es la mejor de todas. Bricklin dice que si Dios le puso en la tierra fue para hacer su nuevo proyecto. El bueno de Malcolm pretende elegir una serie de concesionarios de los 3.000 abandonados a su suerte por GM y Chrysler en los últimos días. A través de estos concesionarios pretende vender 300.000 coches comprados directamente a las dos marcas más sufridoras de Detroit y mejorados antes de llegar a los clientes finales.
¿Cómo se mejora un coche para hacerlo apetecible y rentable? Bricklin lo tiene claro: montará interiores mucho más lujosos, y (aquí viene lo importante) incorporará una tecnología propiedad suya para hacerlos "híbridos de hidrógeno".
La idea es sencilla, el coche llevará un sistema de electrólisis integrado, capaz de sacar moléculas de oxígeno e hidrógeno separadas del agua (un proceso de gran consumo eléctrico y baja eficiencia energética), para a continuación inyectar dichas moléculas en el colector de admisión, mejorando la eficiencia del proceso de combustión de manera muy apreciable (se habla de un 100% más de autonomía para un mismo motor y un mismo depósito).
Si bien inyectar moléculas de hidrógeno y oxígeno en la cámara de combustión sin duda mejorará el rendimiento del motor, lo que no queda claro es cómo disocia el agua su sistema de electrólisis, pues la electricidad necesaria para el proceso debería ser obtenida de algún lugar, y si este lugar es el alternador del motor, por termondinámica básica ya sabemos que la eficiencia global del sistema dejará bastante que desear.
En 90 días Bricklin ha asegurado que mostrará un prototipo funcional, así que en virtud de su currículo nos guardaremos el escepticismo hasta entonces, no vaya a ser que hayamos dado con la máquina de movimiento continuo definitiva.
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