En febrero de 2009 Citroën anunció el nacimiento de la línea DS, una nueva línea de productos distintivos que complementa su gama principal con productos más radicales en cuanto a diseño, arquitectura, sensaciones y refinamiento.
Tan solo un año después de ese gran acontecimiento, y con el DS3 a punto de ser lanzado comercialmente, Citroën afronta una nueva etapa en la definición de esta línea con el concept-car DS HIGH-RIDER. Su diseño compacto y dinámico se apoya en el sistema de tracción “Full Hybrid” diésel.
Línea DS: avances en un universo nuevo
Con el DS HIGH-RIDER, Citroën permanece fiel a la filosofía de la línea DS de ofrecer productos que apuestan fuerte tanto en diseño como en arquitectura. Sin renegar del atractivo de los coupés tradicionales, Citroën inventa con este prototipo nuevas formas de expresar dinamismo. Frente a los coupés de 4 plazas, más bien largos y bajos, el DS HIGH-RIDER es más compacto y musculoso. Su silueta, en combinación con su altura, refuerza su carácter dinámico.
Al volante, este carácter, que se sugiere visualmente, se traduce en unas sensaciones de conducción únicas, especialmente por la combinación de varios elementos: un parabrisas que se extiende hasta el techo; una arquitectura interior diseñada pensando en los ocupantes, que muestra la atención y el cuidado que se ha puesto en los detalles; y uniones al suelo que aprovechan el saber hacer de la marca, para garantizar sensaciones deportivas y un confort al más alto nivel.
El estilo de una nueva visión
El diseño del DS HIGH-RIDER huye de cualquier cliché y posibilita el nacimiento de una forma inédita, de modo elegante y radical. El DS HIGH-RIDER no intenta explicar el dinamismo, ni la polivalencia: su propia línea es a la vez un reflejo de ambas cualidades.
Este concept-car da prioridad a la armonía y la coherencia de las formas, a través de una silueta sensual. La distancia al suelo sobreelevada y la imponente presencia de sus llantas de aleación diamantadas de
La exclusividad y la elegancia se manifiestan también en el “Golden Gloss”, el color dorado, sensual y con un brillo inédito elegido para esta primera aparición del DS HIGH-RIDER. Los cromados que decoran las ventanillas laterales acentúan su forma peculiar, mientras que la luz protagoniza el frontal y la zaga, gracias a las guías que dibujan los faros y las luces de posición.
El concept-car DS HIGH-RIDER es definitivamente un Citroën, inmediatamente reconocible por el gran doble chevrón alrededor del cual se organiza toda su imagen frontal, hasta llegar a su zaga, más compacta y tendida.
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