10/9/09

Cómo actuar frente al peligro


Los siniestros de tránsito suelen tener una luz roja que nos avisa ante la posibilidad de su ocurrencia. Por este motivo, CITROËN y CESVI te recomiendan cómo reconocer esos indicadores para evitar daños mayores.

Todos los días y en cualquier momento, el acto de conducir nos pone frente a situaciones de riesgo que pueden desembocar en atropellos o choques. Tan importante como saber reconocer el peligro es saber de qué manera actuar ante ese hecho. A continuación, analizamos tres casos cotidianos donde se plantea un imprevisto en el tránsito y cuál debería ser la respuesta del conductor para evitar un siniestro.

La plaza, los chicos y el peligro

Imagine que circula con su auto por una avenida, a 50 km/h, bordeando una plaza. Allí usted distingue juegos, personas, niños e imprevistamente, por delante de su vehículo, cruza una pelota. La plaza y la pelota son los dos indicadores de peligro puesto que nos “avisan” la posibilidad del cruce de un chico. Con esto queremos decir que cuando circule cerca de una plaza hágalo con mucha atención y a baja velocidad. Siempre que aparezca una pelota sobre la calle, saque el pie derecho del acelerador y llévelo encima del pedal de freno. En caso de que el niño continúe la trayectoria de la pelota, se habrá ganado aproximadamente un segundo de tiempo, que en metros de recorrido será la diferencia entre detenerse antes del niño o atropellarlo.

Un problema colectivo

Un colectivo detenido en la esquina es un doble factor de riesgo. Por un lado, están los autos que lo sortean por la izquierda y no pueden percibir si un peatón va a cruzar la esquina desde la derecha y, por otro lado, también existe el problema de los colectivos que paran en las esquinas alejados del cordón porque los autos que intentan sobrepasarlos por la derecha muchas veces no tienen en cuenta los posibles pasajeros que desciendan de la unidad.

Entonces, lo que importa es no esperar hasta el último instante para frenar. Ni bien percibimos un colectivo parado en la esquina, lo primero que hay que hacer es sacar el pie del acelerador y cubrir el pedal de freno. Esta forma de actuar disminuirá la posibilidad de atropellar a un peatón.

Riesgo en dos ruedas

Una de las convivencias más desparejas en el tránsito es la que se da entre ciclistas y automóviles. Si bien las bicicletas son consideradas como un vehículo más por la legislación, es necesario recordar que son los actores viales más débiles y más expuestos al riesgo ya que el ciclista, ante cualquier maniobra por mínima que sea, puede perder la estabilidad y caerse delante del vehículo o golpearse contra el lateral del mismo. Entonces, para evitar complicaciones es fundamental, por un lado, no dejar un espacio menor a un metro de distancia desde el lateral del automóvil hacia la bicicleta. Por otro, ante una situación de riesgo, el conductor del auto debe tener paciencia y esperar por detrás del ciclista, no realizar el sobrepaso si no es seguro.

Asimismo, los ciclistas deben circular por los carriles preferenciales en caso de contar con ellos y respetar siempre todas las normas viales.

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