12/6/09

El día más importante de la Fórmula 1 de los últimos años puede ser hoy


El culebrón FIA-FOTA puede acabar hoy (o convertirse en una guerra abierta). Tras una larga reunión ayer por la noche entre Max Mosley y la FOTA, ambas partes salieron con sentimientos encontrados, y sin una decisión bajo el brazo. Como bien recordarás, las demandas de los equipos pasan por que la FIA suprima los cambios propuestos en el reglamento de la próxima temporada, cosa que la FOTA no acepta. Los puntos de más controversia versan sobre la existencia de un reglamento de dos niveles, y el tope presupuestario "bajo".

El tema del reglamento de dos niveles no tiene sentido, y si Max Mosley y su equipo lo han introducido es para obligar encubiertamente a todos los equipos a correr bajo el tope presupuestario. El problema está en que varios equipos de la FOTA no quieren someterse a un control económico que restringa su trabajo a unos 44 millones de euros. Todos sabemos desde un buen principio que la idea es que todo tendrá una solución in extremis en el último segundo, con la FIA ampliando el tope presupuestario, y los equipos agachando las orejas un poco.

El caso es que hoy es el día en el que la FIA hará públicos los equipos incrsitos para la próxima temporada de la F1, y aquí tiene el mayor problema. Dado que los equipos de la FOTA se han inscrito bajo la condición de renegociar el reglamento, y la FIA no pasa por ahí, se especula con que la federación no incluya a los equipos que quieren hacerle chantaje.

Es evidente que no es una postura sostenible para la Fórmula 1 en general el querer renegociar el reglamento tras contar con las inscripciones, pues algunos de los nuevos equipos que quieren entrar en el campeonato lo hacen convencidos del nuevo reglamento, y si se elimina el tema del tope presupuestario, pueden ver comprometido su rendimiento.

Si la FIA decide no incluir a los equipos de la FOTA en sus planes, la hecatombe podría ser de tamaño descomunal. Hemos de considerar que hay suficientes nuevos equipos interesados en la F1 como para rellenar la parrilla, pero sin Ferrari, McLaren, Toyota, Red Bull, BMW y Renault... el cambio sería demasiado radical, amen de que se perderían muchos de los mejores pilotos.

Los fabricantes hablan de montar un campeonato paralelo, pero esto es una opción prácticamente inviable. Primero, porque no hay tiempo material para organizarlo, y segundo, porque la FIA, los equipos de la FOTA y la FOM tienen firmados entre ellos numerosos acuerdos que les impiden rechazarse unos a otros.

La FOM podría denunciar a aquellos equipos que no corran en la F1 el año próximo, más si montan un campeonato paralelo. No podemos olvidar que los de Ecclestone han dejado dinero a varios equipos de la FOTA, adelantándoselo de derechos televisivos de años futuros. Dinero que debería devolverse si no participan en la F1.

Además, varios equipos tienen compromisos con la FIA para competir en la F1. En este panorama, parece más que evidente que ahora mismo la sartén la tiene cogida por el mango el amigo Max Mosley, aunque de cómo se mueva dependerá cómo resulta la salud de la F1 a corto plazo. Una mala decisión hoy puede acabar desfigurando la que un día fue la categoría más importante del automovilismo mundial. Seguiremos informando a lo largo de la mañana de lo que pueda suceder.

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